miércoles, 14 de abril de 2010

AROMA

El destino del café donde las almas se juntan y la nada está presente entre sorbos de café.
Pareciera que la nada se apodera de un pedazo de cielo.
El reloj que no deja de marcar las 6, en el café de locos como le he llamado, entre tanta gente que a perdido un amor y busca consolarse en una taza humeante de café.

El ruido que nace de las calles como un viejo ritmo. En el cual ahogamos nuestras penas en una espumosa taza, para tener solo el aroma de aquel cuerpo que se asemeja al café, para dibujar en la tazas los suspiros, las ardientes noches, entre las manos temblorosas al escribir y tocar las líneas de aquellas sábanas descubiertas donde respira tu cuerpo desnudo, con la garganta agitada de los susurros, al despertar con pasión en mi pluma al escribir.

1 comentario:

  1. Es un buen café aromático y de buen sabor,cargado de mucho sentimiento...Y apena un poco el alma

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