Suave delicia la lujuria, ¿quién peca?
quién es el pecador si lo sabe.
El deseo está contendido
en los suaves vaivenes de los cuerpos tibios,
de los sudores que se juntan,
los olores que reconoces, en los sabores que deseas.
En la suave y tibia cama
donde quedaron tus recuerdos a media luz apagada,
aún parece que escucho tus suspiros cuando dices mi nombre.
En las largas noches donde la suave delicia aparecía ...
las horas parecían segundos,
recuerdo aquel suave aroma
que dejabas entre las sábanas
me gustaba observarte dormir y sentir tu cuerpo tibio,
cuando besabas mi cuello.
Dejándome sabor a ti, a un aroma de café.
Mis suspiros saben a ti, con un toque de café para recordar...
Suave delicia la lujuria, ¿quién peca?
quién es el pecador si lo sabe.
El deseo está contendido
en los suaves vaivenes de los cuerpos tibios,
de los sudores que se juntan
los olores que reconoces, en los sabores que deseas.
En la suave y tibia cama
donde quedaron tus recuerdos a media luz apagada,
aún parece que escucho tus suspiros cuando dices mi nombre.
Impresionante como pasas de una sensualidad sugestiva a una lánguida nostalgía!
ResponderEliminarTu suspiro de café se derrite en pasión y anhelo.
Muy lindo!
Un beso.